marzo 28, 2024
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Amenazas ante proyecto de identificar a la Brigada Aérea como Centro de Detención Clandestino

La lucha de clases, también en su faceta ideológica,  continua vigente en estos pagos del norte Santafecino. Los medios de comunicación con sus voceros (uno de ellos informante de los servicios de inteligencia en los años de la última dictadura militar) otros reforzando siempre el discurso de la mano dura, de la presencia policial o de las fuerzas de “seguridad”, cubriendo hechos policiales y judiciales que involucran siempre delitos cometidos por jóvenes de los estratos sociales más vulnerables, sin hablar o mencionar jamás la situación de desigualdad en la que se vive, la violación sistemática de los derechos esenciales, que se podrían vincular estrechamente,  y especialmente  pasando por alto la parte de nuestra historia marcada por secuestros, desapariciones, centros clandestinos de detención, presos políticos y demás acontecimientos vividos en estos lugares como parte de un plan en el que participaron no solo los militares, sino también la iglesia, la sociedad civil, dirigentes gremiales, referentes políticos y  empresarios.

Desde este medio de comunicación, quien escribe intenta e intentará, sumar a la otra historia, a la contracultura de una clase dominante que sigue concentrando los recursos económicos, pero también los comunicacionales, los simbólicos, atacando cualquier intento de los militantes de derechos humanos, organizaciones políticas y sociales de izquierda por revindicar y seguir la lucha por una sociedad más justa, por una sociedad mejor, sin hambre, sin pobreza.

Algo que llamó mi atención y motivó esta nota es lo sucedido hace unos meses atrás con un hecho particular pero que se repite constantemente en las redes sociales. Me refiero al grado de violencia con el que los usuarios (algunos con perfiles truchos o falsos) opinan o comentan sobre determinados temas, en especial, sobre los Derechos Humanos, las organizaciones y los militantes de izquierda. Y no solo se demuestra la ignorancia sobre algunas temáticas, sino también el odio, y detrás de eso el miedo a lo subversivo, a lo que “amenaza” su estilo de vida basado en la opresión. Comentarios, frases e imágenes que llaman a resaltar la labor de personajes nefastos de nuestra historia como Videla, los militares en las calles por la “seguridad”, el anticomunismo, la burla y el ataque a las madres de plaza de mayo, a los desaparecidos, a los expresos políticos. En definitiva a la idea de otro tipo de sociedad.

Este hecho al que hago referencia ocurrió en una página de noticias locales, Reconquistaenfoco, que publicó la iniciativa del Norte Amplio por los Derechos Humanos de señalar a la 3ra Brigada Aérea de Reconquista como Centro Clandestino de Detenciones en la última dictadura militar, cosa sumamente demostrada y que tiene sentencia judicial al respecto.

A continuación podrán leer estos comentarios, que no son aislados, que se repiten continuamente ante cualquier opinión, actividad, o iniciativa de nuestras organizaciones.

 

 

 

Con respecto a esto, pedimos la opinión de uno de los representantes de Norte Amplio por los Derechos Humanos, Raúl “lolo” Borsatti, quien integra la organización que  tiene su base en los años ´90 como continuidad de la Asamblea Permanente por los derechos Humanos en la década de los 80 aquí en Reconquista, que a su vez fue la continuidad de la lucha de los familiares de los presos políticos en la década del 70, para la reivindicación de sus familiares presos, sobre todo en la cárcel de Coronda. Algo que refleja- nos cuenta-  en su último libro con las cartas de esos familiares.

“Lo que molesta de nuestra actividad –explica Borsatti-, es el agrupamiento, la organización, eso es lo que molesta y que no han logrado partirnos, que era el objetivo al que aspiraban o podrían  soñar algunos que están en la vereda del frente. En relación a las redes sociales lo que uno ve es que esto va a ser una lucha permanente y eterna, la lucha por la memoria, por tratar de mantener siempre, de transmitir y esclarecer a las nuevas generaciones sobre el tema,  va a ser permanente, fíjate vos que se cumplieron 75 años de lo que fue el fin de la segunda guerra mundial y Europa Occidental, la capitalista se podría decir, está tratando de reescribir la historia y ocultar quienes fueron fundamentalmente  los que pusieron el cuerpo y los muertos, que fue la Unión Soviética, en estos días se armó todo un debate, cuestionando que fueron los soviéticos que liberaron los campos de concentración de los nazis donde estaban recluidos los judíos. Es una tarea de evitar que nos reescriban la historia de lo que fue la dictadura militar, como pretenden reescribir lo que fue Malvinas, al margen del heroísmo de los soldados y de lo que significa el sentimiento histórico nacional.  Malvinas fue el intento de continuar en el poder, usando un sentimiento patriótico que viene de más de 100 años, lo que significa la usurpación inglesa en Malvinas”.

Y agrega: “En la cuestión de las redes, te amenazan, con perfiles truchos también, con la intensión de querer amedrentarte, pero eso no lo van a lograr,  porque el Estado te tiene que garantizar que nadie te tiene que amenazar, entonces hemos ido a la justicia, a la fiscalía federal y pretendemos que se pueda esclarecer esta historia como ya ocurrió. Creo que no hay que bajar los brazos, en nuestro caso la tarea es seguir sosteniendo la memoria, seguir peleando el relato, seguir reivindicando a los compañeros que de una u otra manera le pusieron el cuerpo en otra generación, nosotros tenemos la suerte de estar vivos pero hay otros que no están y entonces esa es un poco la tarea de sostener su memoria, y en lo personal hace más de 15 años, tratar de revindicar los compañeros muertos y desaparecidos del norte de Santa Fe y de dejar en papel, para que esas vidas no queden en el olvido”-Concluyó Borsatti.

Esto que intento reflejar es solo una pequeña muestra de una parte de la sociedad fachista, intolerante y violenta. Si a eso se le suma el accionar represivo, en el plano concreto, con el que se desempeñan las “fuerzas de seguridad”, en especial en las barriadas populares, con el total aval de los gobiernos y con la excusa de la cuarentena, obtenemos entonces, una gran avanzada sobre nuestras libertades.

Algo que también debemos prestar atención, como sociedad, es en la forma  en qué respondemos a esa violencia, sobre todo en el plano simbólico de las redes sociales,  donde la libertad de opinar se confunde con la violencia de amenazar y éstas suelen ser usadas para legitimar prácticas represivas.

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