El pasado jueves 13 de Agosto por la tarde, se llevó adelante una manifestación en el CCI del Barrio Belgrano para reclamar por el despido arbitrario de una profesional por parte de la Municipalidad de Avellaneda. Sus compañeras, en solidaridad, renunciaron al cargo.
A raíz del despido arbitrario por parte del intendente municipal, Dionisio Scarpín de una de las trabajadoras del Área de Primera Infancia del municipio, la Terapista Ocupacional Mariana Stechina, quién desempeñaba funciones en el Centro de Cuidados Infantiles de Barrio Belgrano ( C.C.I. ), el resto de las profesionales del equipo técnico, en solidaridad con su compañera y ya cansadas de los abusos que se venían cometiendo desde hace bastante tiempo trabajando en forma precarizada, sin estar registradas, con muy bajos salarios, sin obra social ni aportes jubilatorios, decidieron, muy a su pesar, apartarse de su cargo.
Ya era insostenible el maltrato laboral que venían recibiendo por parte del gobierno de Avellaneda. En éste último tiempo, en medio de la pandemia, además de venir cobrando un salario muy bajo, les habían recortado a la mitad la carga horaria y disminuído sus ya bajos sueldos.
Es lamentable que el municipio tenga gente trabajando de forma tan precarizada y con salarios de hambre y mas lamentable aún, que decidan hacer el ajuste presupuestario en un área tan sensible como es la primera infancia. A propósito de la precarización laboral y las paupérrimas condiciones de trabajo de muchos empleados municipales de Avellaneda.
Sobre ésto pudimos hablar con el Secretario General del SITRAM Avellaneda, Ángel Dorado, quién nos manifestaba en referencia al despido de Mariana Stechina que: “eso es solo un hecho mas de precarización laboral que sucede en el municipio de Avellaneda, que tiene un amplio abanico que va desde los profesionales hasta los trabajadores mas vulnerables que trabajan en servicios generales y obras y que están cobrando sumas ridículas e indignantes” (algunos perciben salarios que van de los $ 12000 a los $ 14000)
En su despedida de los pequeños, junto con sus madres, también tuvieron que sufrir la intimidación, el amedrentamiento, de las fuerzas de seguridad, que con sendos móviles policiales y una camioneta blanca de la PDI, se hicieron presentes en el lugar y tomaban fotografías del acontecimiento que se estaba desarrollando, criminalizando la manifestación.
Esto último, es algo que se viene dando de forma habitual, ya que organizaciones sociales y colectivos de mujeres también padecen éste tipo de hechos de violencia institucional por parte de la fuerza pública en connivencia con el poder político, que lejos de ocuparse de gobernar para solucionar los problemas de su comunidad, se preocupa mas en la defensa de espúreos intereses económicos de los sectores concentrados de la economía.
Contradicciones
Resulta paradigmáticamente contradictorio el discurso que tiene el gobierno de Avellaneda en cuánto al progreso, cimentado según ellos, en valores basados en el esfuerzo familiar y el cooperativismo con lo que realmente sucede en los hechos y en las acciones llevadas a cabo desde el poder político y económico.