marzo 28, 2024
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Daniel Yofra: “La huelga desapareció para algunos dirigentes sindicales”

En medio de una ola de incertidumbre en relación a la empresa Vicentin, el  pasado lunes 27 de junio, conversamos con Daniel sobre su trayectoria sindical, los logros de los aceiteros, la batalla cultural, el derecho de los trabajadores, el salario mínimo vital y móvil, Vicentin, el sindicalismo argentino, la política y la formación sindical.

Daniel Yofra, Secretario General de la Federación de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores (FTCIODyARA)
Daniel Yofra, nació hace 54 años en Fighiera, ciudad ubicada a 37 km al sur de Rosario, en la margen derecha del río Paraná, forjado en una familia sindicalista hoy Secretario General del gremio que, desde hace algunos años, es observado con cierta envidia por los demás trabajadores a la hora de cerrar acuerdos paritarios, los aceiteros.

ENTREVISTA

Raya: ¿Cómo fueron tus comienzos en el sindicato y cual fue tu motivación?

Daniel: “Yo vengo de una familia de dirigentes sindicales, mi viejo y mi tío fueron dirigentes sindicales del cordón industrial de Villa Constitución,  mi tío laburaba en ACINDAR y mi viejo en METCON que después pasó a ser Paraná Metal, ellos fueron sindicalistas, mi viejo hasta el ‘69 y mi tío estuvo en el Villazo del ‘74, ’75, fue el primer preso político de la zona cuando se hizo el procedimiento llamado Serpiente Roja. Esa es mi ascendencia familiar.

Yo empecé en el sindicalismo en el año ’93, un año después que entré a trabajar en Dreyfus, por una cuestión de que nosotros no teníamos delegados, ni nada y en la fábrica había mucha persecución, no se podía reclamar nada, nos jodían con todo, con horas extras, con lo que nos habían prometido. Cuando nosotros entramos a Dreyfus en el ‘92, todavía no había arrancado la planta y estábamos en turnos de día de lunes a viernes, de lunes a sábado y nos habían dicho de que cuando la planta arranque íbamos a cobrar el turno y nunca lo cobramos, una de las cosas, y no teníamos derechos, estábamos obligados y presionados y aquel que protestaba mucho quedaba sin trabajo. Así que nos acorralaron tanto que no quedó otra que sindicalizarnos y se eligieron delegados y me eligieron a mí el 15 de diciembre del ’93.

De ahí en más comenzó mi carrera sindical. En 1996 entré al Sindicato de Rosario, que era el que representaba a los trabajadores de la zona, como Secretario Gremial, hasta el 2008 que entré como Secretario Adjunto, nunca fui Secretario General hasta llegar a la Federación Aceitera, en el 2009 entro a la Federación como Vocal 1ro Titular, y en el 2013 los compañeros me dicen que quería que yo sea Secretario General y hasta ahora soy el Secretario General de la Federación”.

Raya: ¿En qué momento rompen con la lógica patronal y se ponen a reclamar por el derecho al salario vital y móvil, la seguridad laboral, los derechos laborales?

Daniel: “El primer paso lo dimos en el 2004 que es cuando conseguimos el aumento, pero en realidad arrancamos negociando en mayo del 2002, cuando Duhalde presidia momentáneamente el país que abre las paritarias, porque hasta ese momento estaban cerradas las paritarias, y abre las paritarias y la Federación no consigue absolutamente nada, entonces abre el juego posibilitando a los sindicatos negociar su propia paritaria y lo empezamos a hacer por empresas, y la primera empresa fue en la que estaba yo como delegado, Dreyfus, nosotros teníamos muy poca gente dentro del convenio, en el 2004 firmamos el primer convenio argentino por empresa, que conseguimos el 65% de aumento y a partir de ahí empezamos a tener paritarias en todas las empresas. Desde ahí comenzó el interés de los compañeros en ser de aceiteros, porque si bien la empresa es aceitera en la época del menemismo le posibilitaron hacer con los convenios lo que ellos quisieran, entonces nos habían divido en distintos convenios y a partir del aumento los compañeros pasaron a aceiteros, los contratistas pasaron a planta, empezamos una carrera de conquista para los trabajadores, imagínate que había compañeros que cobraban menos de mil pesos y los de planta cobraban tres mil, y pasaron a cobrar eso del viernes para el lunes, a través del conflicto obviamente, nosotros teníamos como herramienta a la huelga y la empezamos a utilizar, en los ’90 no había huelga ni siquiera por un compañero despedido.

Empezamos a pasar los contratistas a planta, en el 2008, 2009 fue el gran auge de pasar los contratistas a planta y al convenio de aceiteros, y de ahí empezamos a hacer política nacional, a contarles a los compañeros cómo habíamos conseguido el salario, nosotros cobrábamos en ese entonces el doble de lo que teníamos por convenio en la Federación. La experiencia de los contratistas nos permitió proyectarnos hacia el resto de los compañeros, antes estaba minado de contratistas y nosotros tenemos un artículo dentro del convenio que prohíbe la utilización de contratistas para tareas normales y habituales, así que nosotros hicimos cumplir ese artículo. Entonces, en el 2009, nos incorporamos a la Federación y en el 2010 conseguimos el Salario Mínimo Vital y Móvil de acuerdo a lo que establece la Ley de Contrato de Trabajo en el art. 116, y en el 14 bis de la Constitución, para todo el país.

Luego de tener el Salario Mínimo Vital y Móvil comenzamos a pelear por los comités mixtos, que ya lo teníamos en Santa fe por ley, y en el 2016 de empezó a aplicar en todo el país independientemente de estar legislado en cada provincia, aunque obviamente no en todos los lugares se aplica porque uno firma un convenio y después hay que hacerlo aplicar dentro de los establecimientos, pero las empresas se resisten a aplicar el convenio”.

Raya: ¿Ese salario  mínimo vital y móvil buscan refrendarlo en cada paritaria?

Daniel: “Nosotros, esta política  la arrancamos en el 2004, la continuamos en el 2009 con la Federación Aceitera y desmotadores de todo el país y hoy continúa, lógicamente siempre hubo trabas donde querían aplicar otro concepto y nosotros eso lo seguimos logrando porque lo único que hacemos es aplicar lo que dice la ley de contrato de trabajo, obviamente que hubo huelgas de 25 días, en el 2015, en el  2021 hubo una huelga de 21 días,  es decir, siempre en algún momento se traba la situación producto de la intransigencia de las patronales que tienen la varilla de todos los capitalistas y también de la debilidad de los distintos gobiernos de creer que los patrones siempre tienen razón, o generalmente. Ultimadamente los políticos siempre le dan razón  a los empresarios, pero nosotros tenemos la conciencia muy firme de todos los trabajadores y por eso hasta ahora ganamos, van a tener que sacar la ley o algunas necesidades que dice la ley, porque ésta es muy clara, el sueldo te tiene que alcanzar para satisfacer las nueve necesidades que establece las ley de contrato de trabajo, la alimentación adecuada, la vivienda digna, el estudio, la salud, la vestimenta, el esparcimiento, las  vacaciones, el transporte y la previsión; todo lo que establece la ley de contrato de trabajo y la constitución tiene un precio cada necesidad, nosotros lo único que hacemos es hacer el cálculo a través de los números del INDEC, lo que pasa que el INDEC no hace más el conjunto de  esas necesidades,  entonces habla de canasta familiar, habla de línea de pobreza, de línea de indigencia, y no habla de un salario digno porque evidentemente si hablaría de un salario digno  y le diría a la sociedad cuanto tiene que ser el salario de un trabajador, del peón, del que recién arranca, seguramente los sindicatos se verían obligados a determinar qué es lo que hacen para conseguirlo, para lograrlo”.

Raya: ¿De cuánto hablamos?

Daniel:Hasta el mes pasado estaba en 184 mil, nosotros desde el 1ro de enero tenemos un salario de 153 mil, por eso este mes nos estamos reuniendo en la Bolsa de Comercio de Rosario, con las cámaras de la industria aceitera, del biocombustible y del aceite vegetal a fin de la revisión que era para agosto adelantarla a julio. Porque el salario se va devaluando con la inflación, por eso tenemos un 52% de pobreza en el país, incluso de trabajadores registrados es insólito que un trabajador sea pobre trabajando”. 

Raya: ¿Qué pensás del sindicalismo actual?

Daniel: “El resultado del sindicalismo actual es el 52% de pobreza, es en parte responsable, la otra gran parte son los gobiernos que en 40 años de democracia no han podido solucionar el tema de la pobreza, de la desocupación, entonces nosotros somos parte de esa responsabilidad y evidentemente no hacemos mucho para solucionarla. Una de las soluciones es el salario, si todos tendrían el salario que hoy tienen los aceiteros, los camioneros, los bancarios, las automotrices, hay varias organizaciones que tienen a sus trabajadores bien pagos, solucionaríamos una parte de la pobreza porque la otra parte es con producción y con trabajo, pero seguramente solucionaríamos muchas cosas. El gobierno, todos los gobiernos, deberían ser más inteligentes de entender que si los trabajadores cobran bien seguramente le podrían pagar mejor a los maestros, aunque creo que pueden pagarles mejor a los maestros y a los empleados estatales y que es una cuestión de decisión política, se gastan fortunas y los maestros se siguen muriendo de hambre, los estatales se siguen muriendo de hambre, entonces las cosas hay que decirlas como son: no es que no se puede dar, la plata se destina para otro lado.

Estoy convencido que una de las formas de distribuir la riqueza es a través del salario, no podemos hablar de la redistribución sino hablamos de la distribución, nosotros lo que hacemos, que los aceiteros cobren bien y que queda acá la plata y no que vaya afuera,  en cambio las empresas multinacionales, o el caso de Vicentin, que pidió un crédito y no se sabe dónde está la plata, evidentemente está afuera. Pero me parece que no tenemos que esperar a que venga un político a salvarnos sino que tenemos que juntarnos los dirigentes sindicales a nivel nacional y volver a recoger esa herramienta que nos dejaron los dirigentes del `70, 60, 50 que resistieron el embate no de un gobierno democrático sino de muchos gobiernos militares, tenemos que recoger esa herramienta (la huelga) y salir a defender a los trabajadores”. 

Raya: ¿Hoy estamos lejos de hablar de una huelga nacional, general?

Daniel:La huelga desapareció para algunos dirigentes sindicales, desapareció de la ley, de la constitución, evidentemente no la tienen registrada, sino no se puede entender como no se hace un plan de lucha, nosotros estamos acostumbrados a hacer un paro por tiempo indeterminado, pero puede haber un plan de lucha con cuatro o cinco puntos para salvar a la clase trabajadora y para salvar al país ¿no?”.

Raya: ¿Puede ser que esto tenga que ver con que muchos dirigentes sindicales están muy relacionados con el gobierno, incluso forman parte de las listas?

Daniel: “Generalmente cuando uno es afín a un partido político le cuesta hacer una medida de fuerza porque está sometido a las decisiones que plantea el gobierno, ahora estos últimos dirigentes sindicales, me refiero más que nada a la CGT, no le hacen paro a nadie, ni siquiera a Macri que supuestamente no eran afín a ellos, así que me parece que es una cuestión de modalidades, de creer que el paro no sirve, nos han ganado tanto la batalla cultural de que el paro nunca sirve que lo hemos  creído, es lo más fácil, para mí sería mucho más fácil meterme en un partido político y no pelearme como peleo por la clase trabajadora, porque entonces me subordinaría a las decisiones de un partido político y no a lo que me exigen los trabajadores”.

Raya: ¿Así que no pensás ser parte de un partido político?

Daniel:No comparto que los dirigentes sindicales, estando en función y siendo tan necesarios para el movimiento obrero, participen de los partidos políticos, me parece que ya dio muestras de que los dirigentes sindicales que participan de algún partido político y llegan a un cargo pueden llegar a beneficiar a su propia organización, pero al resto de la clase no le sirve absolutamente para nada, porque sino hoy no tendríamos el porcentaje de pobreza que tenemos en el país, evidentemente no han servido a lo que necesitan los trabajadores hoy, obviamente que para los partidos políticos sí. No me parece que sea coherente que los dirigentes sindicales estén dentro de un partido político y no lo digo porque no me lo han ofrecido, porque me han ofrecido estar en algún espacio político, pero los intereses son totalmente distintos, evidentemente los políticos no entienden de que deberían tener el interés de ayudar a la clase trabajadora, que no necesitan plata, porque la clase trabajadora no necesita un subsidio, lo que necesita es que no pongan trabas a la hora de que se hagan las negociaciones, que digan que con este salario los trabajadores pueden vivir dignamente, y eso va a mover mucho la cadena productiva que hay en el país, obviamente que necesitamos trabajo genuino, el trabajador que tiene buenos salarios genera trabajo también,  albañiles, cortadores de césped, limpieza, otros negocios, sería importante que lo puedan entender y no que estén tanto a favor de sus patrones, porque parecería que los políticos tienen patrones que le pagan para que gobiernen para ellos”.

Raya: Tenemos algunos casos acá en Reconquista

Daniel: “Sí, ustedes tienen un montón de casos ahí,  de hecho cuando fue el conflicto de la algodonera en Reconquista, se reunieron en la rural, los partidarios de cambiemos y de toda esa runfla que defiende a los empresarios para ver cómo detenían el accionar de los compañeros y compañeras de la algodonera que estaban pidiendo para no ser pobres, no estaban pidiendo sacarle la empresa a Vicentin y sin embargo se reunieron para ver cómo se ponían en contra de sus trabajadores, así estamos, es como cagar con la puerta abierta, otros cagan con la puerta cerrada y te joden y les joden la vida a un montón de familias estando a favor de los empresarios”.

Raya: ¿Qué se les puede decir a los trabajadores de Vicentin en este momento de incertidumbre?

Daniel: “Yo a los trabajadores y trabajadoras de Vicentin lo que les garantizo es lucha, ahora la continuidad laboral se la tienen que garantizar el gobierno y la empresa, que son los responsables no solo de los puestos laborales de Vicentin sino del país. Hay que estar preparados porque yo a Vicentin lo veo como si vos tuvieses un crédito hipotecario y no lo podes pagar, en cualquier momento te pegan una patada en el culo y te sacan, es raro que todavía el gobierno no lo haya hecho o que los acreedores no se hayan juntado con el gobierno y se hayan quedado con la empresa, por lo menos para cobrar la deuda y garantizarle la continuidad laboral a sus trabajadores. Ellos sacaron un préstamo y no lo pagaron, tienen tanta impunidad para decir que ni siquiera saben dónde está la plata, o por lo menos nosotros no lo sabemos, la sociedad no lo sabe, todos suponemos que se llevaron la plata afuera, que se la fugaron pero no hay una denuncia concreta  por parte del gobierno ni de nadie como para saber si realmente es así. No creo que haya desaparecido porque si uno se pone a pensar lo que era Vicentin en los ‘90, ‘80 y en lo que es hoy, que ha progresado, se ha capitalizado, pero tiene una deuda multimillonaria que se la han dado los políticos y que están dispuesto a no pagarla, y ni siquiera a quedarse afuera del negocio multimillonario que son las agroindustrias. De todo esto a mí lo que más me interesa  es la continuidad laboral de los compañeros”.

Raya: ¿De cuántos empleos hablamos?

Daniel: “En total creo que tienen 20 mil trabajadores, con la industria de jugo, la vitivinícola, la agroindustria, las algodoneras, la aceitera de Avellaneda, el feedlot, todos los negocios que tienen relacionados, mas los contratados y subcontratados son casi 20 mil trabajadores, no es  poca cosa. Nosotros creemos, no estamos seguros, pero lo más lógico sería que el gobierno intervenga y que le garantice a los trabajadores la continuidad laboral, no así y en esto estoy seguro, de que si la toma algún grupo de inversores privados, que seguramente deben estar ellos metidos ahí, les pueda dar continuidad a algunas de las empresas que ellos  tienen en el país, no creo que les interesen algunos negocios. Porque la cosa se la van a ver brava todos, no solamente en los lugares donde nosotros tenemos incidencia que es en Avellaneda”.

Raya: Para finalizar, realizan habitualmente cursos de formación de delegados, ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué buscan en los cursos de formación de delegados?

Daniel: “Lo que buscamos en esas capacitaciones es que los compañeros, en primer lugar,  sepan cuáles son sus derechos y cuáles son sus deberes como delegados, y en segundo lugar que se concienticen de a quien tienen que defender. El miedo a lo único que los conduce es a que la empresa haga lo que quiera con ellos, como siempre ocurrió no solamente en Vicentin, sino en todos los lugares de trabajo que hay en nuestro país, es decir, el miedo no te garantiza estabilidad laboral, el miedo no te garantiza buenos salarios, el miedo no te garantiza seguridad dentro de los lugares de trabajo, el miedo no te garantiza absolutamente nada, el miedo lo único que garantiza es mas poder para las patronales, y nosotros lo que tratamos de hacerles ver, y tenemos ejemplos de sobra, que donde no hay miedo y hay capacitación y hay conciencia de clase uno defiende los derechos de los  trabajadores, es mentira que las patronales si uno no se organiza,  si uno no hace huelga, si uno no defiende a sus trabajadores les dan lo que les corresponde, es totalmente mentira, sino no tendríamos el 52% de pobres, porque hay muchos lugares donde los sindicatos no existen y sin embargo los salarios son cada vez más bajos, pero es concientizar,  no puede ser que nosotros tengamos en nuestro país trabajadores y dirigentes sindicales que le voten a un partido que los detesta como Cambiemos o ahora Juntos por el Cambio, que los detesta abiertamente, últimamente Patricia Bullrich dijo que iba a entra con el ejercito a las organizaciones sindicales y tiene el 52% de pobres, o sea todo lo que ellos manifiestan de los trabajadores es totalmente perjudicial, y los viven perjudicando y sin embargo ellos (los ciudadanos) tienen la esperanza de que les pueden cambiar la vida, pero la tienen porque los otros (FdT) tampoco hacen absolutamente nada para que vivan mejor, entonces confían en cualquier pastor que interpreta la biblia como ellos quieren, viene un falso profeta a decirte que te va a cambiar la vida cagándote a palos, es rara la forma que tienen de llegarle a los trabajadores pero bueno, un poco esas charlas tienen que ver con eso, de que no solamente hay que defender a los trabajadores, sino que hay que fortalecer al movimiento obrero a través de acciones concretas”.

Raya: A veces tenemos la tendencia a no decir nada cuando las cosas están mal, por miedo.

Daniel: “Si, tenemos esa y tenemos la ilusión de que venga un partido político y nos solucione los problemas y eso no va a ocurrir, o puede ocurrir pero va a ser momentáneo porque el capital está siempre despierto no duerme y nosotros dormimos muchas veces”.

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