marzo 19, 2024
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Fumigaciones en Campo Hardy: El poder que envenena

Pasan los años, pasan los gobiernos, y el problema persiste, las fumigaciones constantes a escasos metros de las viviendas, generalmente  a horas de la noche para que nadie los vea y fotografíe, las denuncias que no se hacen eco en los fiscales en connivencia con el poder político y pueblos enteros dominados por la codicia y el poder económico que reina por sobre los demás. No importa la salud, no importan las malas formaciones gestacionales, no importa el cáncer, ni la contaminación.  A los productores de la patria sojera solo les importan los dólares.

Desde el año 2015, el movimiento Mujeres Rurales Campesinas de la localidad de Campo Hardy, ubicada en el norte de Santa fe, viene denunciando este accionar por parte de los productores de la zona. Es que con las fumigaciones, el glifosato y otros, llegaron al pueblo las malas formaciones, los embarazos perdidos, los niños con discapacidad, parálisis cerebral o con retraso neuronal, y lo más común, el asma.

Respirar cuando fumigan se vuelve imposible. Lo hacen por la noche cuando todos duermen, se ocultan tras  la oscuridad porque a pesar de que son ellos mismos quienes detentan el poder político y tienen al pueblo sometido a la changa y la necesidad, saben que lo que hacen incumple la distancia de 500 mts establecida por la ley 11273. Ley que desde distintos organizaciones sociales  vienen pidiendo modificar extendiendo el área a 1500 mts.

Riqueza para unos hambre para otros

Un modelo de producción que envenena y empobrece a la  mayoría. Lo paradójico, explican desde la organización de mujeres, son los casos de niños con desnutrición, “es el colmo que en un lugar donde estamos rodeados por soja, trigo, maíz, halla casos de desnutrición”-comenta Flavia Zanutigh de la organización de mujeres.

Es que no se trata sólo de generar riqueza, sino de cómo se genera esa riqueza y de quienes se benefician con esa riqueza, y es claro  que con este modelo de deforestación, fumigaciones que destruyen el  ecosistema y envenenan tanto el aire como el agua, habrá algunos que se beneficien económicamente pero a la larga el costo será mucho mayor.

El deterioro de las fumigaciones es tan grande que aquellos vecinos que regularmente tenían sus huertas y pequeñas granjas se ven afectados porque el glifosato “seca los vegetales  produce mal formación en los animales”, agregan de la organización.

Una denuncia  y un reclamo al poder judicial

Desde la organización de mujeres explican que ya en el año 2015, el actual tesorero de la  Comuna, Fernando Zanier,  fue denunciado por fumigaciones ilegales, “Nosotros desde el año 2015 estamos denunciando estas cosas, la justicia, el Ministerio de la Acusación de Las Toscas, hizo oídos sordos a nuestro reclamo –dice Flavia-, incluso nos tomaron el pelo, nos hicieron concurrir con los chicos en ayunas y no le tomaron los estudios correspondientes, el poder es muy fuerte, hay compañeras que son apretadas por estar en estas causas, que les van a sacar la ayuda comunal , convengamos que los propios fumigadores forman parte de la Comuna, incluso el Tesorero tiene la primer denuncia”, en este sentido pidió enérgicamente a los fiscales Koguc y Ríos “que no sigan trabajando para el poder de turno y a la policía local le digo que es de todos no de los ricos solamente”-concluyó.

Prohibir las fumigaciones aéreas y extender el límite de las terrestres

Es la lucha que desde varias organizaciones y particularmente la Multisectorial Paren de Fumigarnos vienen desarrollando incansablemente desde hace muchos años, tal es así que ya se ha presentado el proyecto para tratar este tema en siete oportunidades. En este camino se acercaron la semana pasada a interiorizarse con las mujeres de Campo Hardy y buscar adhesiones de los Concejos de las poblaciones para que de na vez por todas se trate en la legislatura.

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