A poco de comenzar una nueva ronda de discusiones paritarias y de lucha por los salarios de los empleados estatales y provinciales, entrevistamos al gremialista Gustavo Martínez.
ENTREVISTA SIN FILTRO
Gustavo Martínez es empleado público de Santa Fe, ingresó en el año 1.991 como asistente escolar, ecónomo, de una escuela de las barriadas de Rosario. Su gremio de base es ATE (Asociación Trabajadores del Estado). Fue Secretario General de ese gremio en Rosario por la verde ANUSATE y hoy es Secretario General de CTAA (Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma).
Raya: ¿Cuál es tu opinión sobre la situación provincial, el discurso de las nuevas autoridades justicialistas y sobre la gestión anterior (FPCyS)?
Gustavo Martínez: Es un clásico de los discursos cuando asumen en los distintos niveles echarle la culpa al gobierno anterior. Nosotros nos esforzamos por tener un análisis crítico, hacer un balance y sacar los claros y oscuros. Echar la culpa desresponsabilizándose como si no hubieran tenido algún tipo de responsabilidad en otro poder, ya sea legislativo y gente que viene de la justicia, no es que nacieron de un repollo. En realidad la dirigencia política lo que tiene que hacer es una profunda auto-critica cuando aparecen los números de más de 40% de pobreza, me parece que a todos nos faltó hacer algo y no lo digo para diluir responsabilidades, sino para señalar y que en ese señalamiento aparezcan las respuestas y soluciones de las distintas problemáticas que se tiran, de eso se trata el debate político.
Digo cosas en lo claro oscuro. El desarrollo que tuvo el laboratorio industrial público en la provincia hay que destacar, como el hecho de haberse largado en medio de una profunda crisis a la construcción de Hospitales, que eran viejas demandas de los vecinos, independientemente de los partidos, es reivindicable. Pero al lado de eso te puedo decir que después de 12 años de gestión, dejar sin resolver para nuestros pibes y los trabajadores, lo de las asignaciones familiares es un hecho grave del gobierno saliente. Es un tema que no se debate en su ámbito que son las paritarias, durante mucho tiempo las cifras las impuso, las congelo la legislatura, después pasó al poder ejecutivo y a ese derecho lo pulverizó.
Otro tema, el pase de los trabajadores a planta, hay miles de trabajadores en negro. Eso y las asignaciones familiares demuestran una deuda, la ayuda escolar anual es una suma irrisoria $170 es una vergüenza, todos los trabajadores provinciales y municipales cobran eso. El salario es 260 $ por hijo/a. Los estatales en la provincia son menos del 10 % del nivel nacional, no es que se lo agradecemos a los gobiernos sino que es conquistado por la lucha.
Uno usando la lógica del actual gobernador podría echar la culpa al gobierno anterior pero también estamos obligados a señalar que son temas que se tendrían que haber arreglado a las horas de haber asumido, porque en toda la campaña publicitaria hablaba de los pibes y su prioridad. Bueno $170 de ayuda escolar anual, $260 el salario prenatal, el nacimiento, en muchas de las ciudades te quedas a la mitad de camino en un taxi o remis para llegar a la maternidad. Esas son algunas de las cosas.
Cae muy mal cuando un gobierno sobreactúa esto de que los culpables son los anteriores sin señalar claramente cuáles son las políticas de gobierno, más cuando hay un pasado. Con este tema del cronograma de pagos, nadie dice que en realidad es el banco privatizado el que impone el pago al gobierno que acepta pasivamente, o como se ha dicho el intento de cobrar usura, intereses al gobierno. Un banco privatizado en donde se puede decir que en 12 años no se recuperó y también se puede decir que hubo quienes fueron parte de la privatización. En cada uno de los temas centrales aparecen claramente las responsabilidades de unos y otros, por momentos parece pintoresco, pero por momentos de muy mal gusto, una polémica falsa entre aquellos que han tenido no políticas contrapuestas, sino matices, pero que son políticas que han agredido al pueblo. Ni hablar cuando este debate se da en un contexto de pobreza, indigencia, homicidios, suicidios, violencia, enluta a toda la sociedad.
Raya: En estos días el gobierno provincial a través de su vocero dio la noticia de que la clausula gatillo va a ser remplazada por una suma fija, hablan de un 4,1 %
Gustavo Martínez: Hay que aclarar que la cláusula gatillo aparece como un parche, frente a una dirigencia sindical que sabiendo que la proyección anual de la inflación era más del 50% como efectivamente sucedió, el banco central daba el 49%. Si uno iba a un cajero del Banco Provincia por un crédito de emergencia de 20 mil pesos, los intereses que nos cobraba superaban el 60% en un año. Entonces digo, la cláusula gatillo apareció producto de la incapacidad de una dirigencia sindical de plantear las cosas como corresponden, es un parche que llegó tarde, no se aclara sobre qué base salarial se saca ese 3%, ese 4% y de alguna forma frena el deterioro pero no es la solución.
Acá de lo que se trata es, salario mínimo vital y móvil, como marca la ley, tiene que cubrir todas las necesidades de una familia. Ningún dirigente sindical recibió mandato alguno para pelear por medio salario, tres cuarta parte o por casi un salario.
El 4% es un parchecito mas, no alcanza a cubrir el deterioro, en realidad hay que garantizar que haya verdadera paritaria y no una mesa de acuerdo a espalda de los trabajadores.
Raya: ¿Cómo ves la situación de los trabajadores, el sindicato y cual tendría que ser su papel en la provincia?
Gustavo Martínez: Falta mucha firmeza en la dirigencia sindical, hay que romper con esto de que hay una parte de ellos que subordina las luchas sindicales y las formas constitucionales que tiene esa lucha legitima, justa, urgente, como son las medidas de fuerza, lo subordina a la estrategia no política solamente, a las políticas partidarias, y te diría a las políticas partidarias electorales de los que están en esos momentos en el gobierno. Hay sindicalistas provinciales en el caso nuestro, los emparentados con lo estatal, en los que cuesta ver en qué momentos han sido opositores, porque han jugado a un oficialismo casi enfermizo en estos últimos tiempos, pueden variar las razones, algunos pueden pasar todo limite ético otros parece lo hicieran por convicción, con la creencia de que sirve.
Eso no sirve, desnaturaliza el rol del sindicato, de la paritaria, son partes que se juntan para llegar a un acuerdo, y acá pareciera que no hay dos partes sino una, que hay alguien que saca una propuesta la impone y la dirigencia lo milita en cada uno de los gremios.