A mediados del año 2019, durante el gobierno del actual Intendente Dionisio Scarpín, candidato a Senador Nacional por Juntos por el Cambio, la ciudad de Avellaneda fue reconocida como “ municipio saludable” por la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, dicha distinción otorgada, no se condice en nada con la realidad, desde el momento en que uno de los barrios mas poblados y populares de la localidad, el barrio Don Pedro, cuenta con un enorme basural donde se pueden ver residuos de todo tipo, a escasos metros de las viviendas y de la plaza principal del barrio.
Los lectores sacarán sus propias conclusiones sobre el impacto ambiental que esto ocasiona. El oficialismo como siempre, tratando de ocultar lo que no le conviene que se sepa, mandó a poner unas lonas que dan sobre la vereda y la calle dónde transitan los peatones y los automovilistas. Es evidente que al señor intendente le preocupa mucho mas mostrar una imagen parcial, distorsionada de la realidad, exhibiendo la plaza central con su hermoso verde y conservado pasto, muy prolijamente cortado por trabajadores precarizados (mas de la mitad de los trabajadores municipales cobran una miseria en negro, sin aportes previsionales ni obra social) que ocuparse de gestionar políticas medioambientales tendientes a mejorar la calidad de vida de la comunidad en su conjunto (la contaminación ambiental provocada por las empresas con la complicidad política del gobierno de turno merece un capítulo aparte, ya que sería muy extenso de desarrollar)
Cabe preguntarse por éstos días, si ésta forma de gestión política que realiza en su ciudad natal es la que pretende llevar al Congreso de la Nación el señor Dionisio Scarpín, tratando de esconder debajo de la alfombra ya no los residuos de basura como lo hace en barrio Don Pedro, sino por ejemplo, la millonaria estafa de Vicentín a la banca estatal y a miles de pequeños productores.