La situación económica es caracterizada en nuestro país por indices históricos de inflación 53,5 %, desocupación 17,2 %, pobreza 35,4 % 8 (INDEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos ) en lo que va del año y se espera que en lo que queda aun continué empeorando. Esto significa millones de personas sin poder satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, existe un sector que se ha beneficiado con ésto, “los de arriba” siguen acumulando ganancias extraordinarias y hacen negocios muy favorables, por ejemplo: Las empresas de energía
gracias a los tarifazos.
Según los datos del INDEC, entre el 2015 y el 2018, acumulan subas del 600% para la electricidad, y del 250% para el gas. También las petroleras y las mineras incrementaron y siguen incrementando sus ganancias, con records en recaudación e inversiones. Las exportadores de cereales, en especial en Santa Fe, terreno donde están la mayoría de estas empresas, en 2018 y 2019
volvieron a facturar miles de millones de dólares. Con un agravante: las rentabilidades se duplicaron en pesos por una devaluación de más del 100%.
Las cifras fueron difundidas por la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Solo el complejo sojero facturará 18.000 millones de dólares, 3.000 más que en 2018.
De los puertos de Santa Fe salieron granos por un valor aproximado de 15.000 millones de dólares. El polo agro exportador local representa el 75% del mercado nacional. siete de las diez empresas exportadoras con mejores números están radicadas en suelo santafesino. Un dato no menor, y que por el contrario debiera indignarnos aun más, es que todos los gastos operativos y los costos de la burguesía son en pesos, pero venden “sus productos y servicios” a precio dólar, no solo en el mercado internacional, también en el local.
Esto que algunos venimos planteando y lo que ya publicara por este medio en notas anteriores (ver cuestión de clases I y II), no solo se sigue cumpliendo sino que estos últimos meses del año se ha profundizado. Es decir, las desigualdades e injusticias que padecemos no son el producto de una “crisis” o el resultado de “malas políticas” de los gobiernos o de la mala política de un concheto de capital como Macri, NO, el dolor, el sufrimiento del pueblo y el medio ambiente, marchan junto y han marchado siempre en completa y profunda contradicción con las jugosas fortunas y ganancias de la clase social antagónica a la nuestra. La burguesía argentina, las multinacionales, los organismos de créditos internacionales, especialmente el FMI, continúan concentrando, saqueando la riqueza y ampliando, distribuyendo pobreza.
Los gobiernos Argentinos han sido y son una verdadera mafia, integrada por la mayoría de las fuerzas políticas, gremiales, empresarios, fuerzas de “seguridad”, medios de comunicación, que de una manera bien articulada trabajan y se organizan para mantener un sistema social, político, económico, injusto y desigual por naturaleza, el sistema capitalista, hoy en su faceta neo liberal.
Esto no solo es posible por merito propio de nuestros enemigos de clase (aunque mucho empeño ponen) sino que también obedece a la falta de organización y lucha revolucionaria, que no se mal entienda o los críticos camaradas no se ofendan, no es que no se luche o no se intente la organización revolucionaria, lo que digo es que aun no la tenemos. Y nuestro antagónico bien lo sabe.
Son muchos los intentos que en estos años desarrollamos los militantes de izquierda. Intentos de conformar frentes gremiales clasistas, combativos, frentes campesinos con agricultores familiares, frentes estudiantiles y también electorales, que plantean como horizonte otro tipo de sociedad, otro tipo de producción y reparto. Los que planteamos y luchamos por una sociedad socialista, no estamos unidos para enfrentar a un enemigo común, fuerte, también en varios frentes e instituciones, pero que al contrario si se une para defender sus intereses.
La dispersión del campo popular, la fragmentación, “el vedetismo de la izquierda”, las diferentes lecturas dentro de nuestra clase introducidas por “dirigencias” alejadas, enfrentadas por viejas y foráneas diferencias, estas y otras son las razones que nos pueden estar demorando para lograr una vida digna.
Personalmente me permito decir que la mayor parte de los referentes de izquierda dedican mucho tiempo y esfuerzo en atacar, criticar, estigmatizar cualquier intento genuino de las bases por organizarse, luchar y resistir en la practica como en la teoría. Esas energías y recursos tendrían que direccionarse totalmente a la solidaridad, hacia la organización de nuestra clase y al hostigamiento, a la lucha, contra el enemigo común.
En un momento historio para nuestra América, donde las condiciones objetivas de las grandes mayorías obligan a estallar (Puerto Rico, Ecuador, Chile, Bolivia) Nosotros en Argentina aun no podemos encontrar el cause que sume a todas las corrientes, a los arroyos subterraneos de lucha, que se dan de norte a sur de este a oeste, con métodos asamblearios, tomas, piquetes, y otros. Ahí están los docentes, los movimientos sociales, los trabajadores resistiendo los despidos y cierres de empresas, y con mucha fuerza el movimiento de mujeres.
Así las cosas, las cúpulas sindicales, las entidades empresarias, los entidades del “campo”, los diferentes gobiernos intentan por todos los medios mantener “la gobernabilidad”, “la paz social”. Que no es otra cosa que la explotación y saqueo.
Y nosotros, los de abajo, los explotados, tendremos que buscar la forma, avanzando y resistiendo en la idea revolucionaria, para que madure y se concrete.
ESTUDIAR, ORGANIZAR Y DIFUNDIR!!!!
JAVIER NIEVAS