El pasado domingo 20 de mayo, desde las 20hs, se realizó en la esquina de Obligado y Habegger, la tercera marcha contra los tarifazos. Una manifestación que podría haber sido masiva y cargada de contenido ideológico, que podría haber “molestado” al gobierno, resultó descomprimida y “despolitizada” por la propia gestora de la convocatoria, que sin ideas claras, mal asesorada, y con un ánimo divisionista en cuanto a los participantes “genuinos” del reclamo, terminó pidiendo unión por amor al prójimo y el himno nacional.
Con un discurso vacío, la profesora Paola García, intentaba sumar al reclamo a los vecinos que paseaban en auto en la noche fría del último domingo, a una movida principalmente convocada POR ELLA y por una “comisión”, contra los aumentos de la E.P.E. (Empresa Provincial de la Energía). “Hay que dejar de restar por odio, hay que sumarse”- repetía, incansablemente, García para luego expresar-, “nosotros, de la comisión, no nos sumamos a ninguna bandera que no sea de la Argentina”. Negando con ello cualquier tipo de expresión que buscara sumar con sus carteles y otros modos muy comunes en las manifestaciones, logrando así,-incomprensiblemente-, restar a quienes sí acudieron a la movilización.
“Nos dejamos mojar la oreja” decía García sin mencionar a los responsables de ello. En tanto, -como se puede observar en el video-, el grupo que llevó el cartel de la discordia, arengaba por “unidad por una vida digna” y, -de acuerdo a lo que nos relataban-, les habían negado participación en el micrófono, algo que podemos notar y comprobar claramente, pues fue la profesora la única oradora con micrófono y sistema de sonido de potencia, los demás vecinos, advertidos de dicha situación consiguieron algún que otro megáfono.
“En cada marcha digo no quiero carteles políticos, que nos una el reclamo, porque por odios, ¡así estamos!…creo que lo único que nos va a salvar es el amor, el amor al prójimo”,-seguía diciendo la profesora apelando a los vecinos sin nuevamente poder brindar un razonamiento claro de la situación-. En tanto, los vecinos del cartel, intentando resolver este desconcertante panorama y pidiendo que los dejen hablar, comienzan a repetir: “la clase política que está en el poder detesta a la clase trabajadora por eso ajusta”,- lo que es inmediatamente censurado por la docente diciendo-: “no me sumo, no sé ni lo que dicen”,- y luego agrega-, “esto da la clara señal de porqué no nos acompañan”,-culpando a los propios manifestantes de la poca adhesión a la misma.
Posteriormente, la convocante, esgrimió “Vamos a ser noticia, lamentablemente, no sólo porque no vino gente, sino porque en la misma marcha hay dos pensamientos diferentes de lo que se hace en una marcha o del objetivo de esta”. A lo que una vecina, del movimiento obrero, en principio levantando la voz y luego con un megáfono, respondió: “Estás equivocada, no nos une un pensamiento distinto, venimos a luchar por los trabajadores y venimos a decir quiénes son los responsables políticos de este tarifazo”,- palabras que fueron negadas otra vez por García, que alegó- “a mí nunca me va a unir nada que fuera en contra de la democracia” -para rectificarse inmediatamente diciendo- “está bien, ésto es democracia, vos podés pensar, pero esta marcha era de la bandera celeste y blanca, de la gente, que se una bajo la bandera celeste y blanca, no culpando a nadie porque seguramente eso nos divide, porque en vez se sumar nos resta, así estamos nos seguimos dividiendo”-mientras a gritos la vecina reclamaba que hable del tarifazo, que hable del saqueo a los trabajadores-, “no hablo de los responsables, con nombres, como hacen ustedes –señalando a la vecina, conocida militante del Partido Obrero-, “yo sé quiénes son los responsables, pero no es la idea de esta convocatoria” para luego finalizar pidiendo el himno como cierre de esta parodia de un reclamo.
El vergonzoso acto debió ser una de las escenas más extrañas de la ciudad de Reconquista ganando posteriormente visibilidad por los medios y ataques por las redes sociales a la vecina del movimiento obrero. La docente y militante del PO, que reivindicó aclaraciones para la población, que pidió que fueran dichas verdades sobre constantes tarifazos y ajustes a los trabajadores, fue acusada de violenta. La respuesta vino tanto personalmente por entrevistas por radio como en las redes sociales con la frase “violencia es mentir”.
Frente a la reiterada insistencia de la profesora García, de que las marchas se hacen desde el amor, de la democracia, acallando y acusando a las pocas personas que acudieron a su convocatoria, relegándolos a un segundo plano porque llevaban “banderas” políticas (como si todo reclamo no fuera un reclamo político) nos quedamos con una interrogante: qué hacemos con el odio de las patronales y gobiernos hacia los trabajadores y ciudadanos ¿Nos damos la mano y cantamos el himno nacional al mejor estilo “hippie good vibes religion” o haremos frentes en luchas efectivas por mejores condiciones de vida responsabilizando a quienes de hecho tienen culpa?
Por Germán Crudeli
Tapa: Veronica Cabral de Oliveira