En la tarde noche del viernes 20 de abril, nos dimos cita con un grupo de compañeros/as en la convocatoria abierta que comenzaba a las 20 hs, en la Plaza 25 de Mayo de Reconquista.
Dicho encuentro estaba “programado” para reclamar a la EPE (Empresa Provincial de la Energía) una respuesta por los aumentos, los TARIFAZOS; pero nosotros ya teníamos decidido ir por eso y por mucho más. Ir por nuestra dignidad como ciudadanos, plantear la necesidad de hacernos escuchar como vecinos que sufrimos los tarifazos, pero que también somos conscientes que el problema es más profundo, que el ajuste a la clase trabajadora es amplio y cruel, que no solo viene por medio de la boleta de luz, sino que también en el aumento de todos los servicios por encima de los incrementos salariales y ni hablar de la inflación galopante en la canasta básica, en los combustibles, en el costo de vida en general de nuestras poblaciones, las suspensiones, los despidos.
Marchamos por las calles de nuestra ciudad expresando nuestro sentir, charlando con los demás vecinos. No teníamos velas en nuestras manos, teníamos la bandera Argentina y carteles con consignas que reclaman derechos, no mendigan favores, con los puños en alto y apretados con fuerza, con la misma que a diario luchamos para vivir.
¡Si Marchamos! decidimos hacernos oír.
Estaba todo “planificado”, la convocatoria, cómo marchar, qué decir, dónde parar y quiénes serían los oradores -entre ellos los actuales concejales por la UCR; el peronismo y cambiemos-, pero como dice el dicho: “No se puede tapar el sol con las manos”, y de pronto comenzaron los murmullos, que luego fueron gritos de vecinas y vecinos no sólo por “basta de tarifazos” sino también por tierra, vivienda, trabajo, salud, becas educativas y otros derechos, e incluso el QUE SE VAYAN, refiriéndose a los concejales, quienes no pudieron “articular un discurso” que justificara su presencia, menos aún sus funciones y el papel en este reclamo y mucho menos convenciera un poquito a la ciudadanía presente, exceptuando a alguna de la comisión y los asesores o punteros que los acompañaban.
Fue en ese momento que comenzamos a pedir la palabra, y ya no hubo forma de contener la expresión genuina de los vecinos y vecinas que de diferentes barrios y sectores sociales se habían convocado. De una manera respetuosa y democrática nos escuchamos y acompañamos, con aplausos, saludos y abrazos, entendiendo que nuestra lucha es justa y hoy, mas que necesaria.